Categoría: Uncategorized

  • #431. Cómo NO resolver conflictos en educación física (y que muchos dan por bueno)

    #431. Cómo NO resolver conflictos en educación física (y que muchos dan por bueno)

    Los conflictos son algo con lo que tenemos que lidiar de forma continua en nuestras clases. Hablemos de ellos, de la gran oportunidad educativa que se nos presenta cada vez que hay un conflicto y de cómo NO resolverlos (y que mucha gente da por bueno).

    ¿Qué vamos a ver exactamente?

    1. 2 Formas habituales (y equivocadas) de resolver conflictos en educación física.
    2. Que haya conflictos en tus clases no te hace peor docente.
    3. El mayor enemigo de los conflictos.
    4. La gran oportunidad educativa de los conflictos en educación física.
    5. Ejemplo concreto de cómo actuar ante un conflicto (y cómo me sorprendieron los alumnos)

    Vamos allá.

    2 formas habituales (y equivocadas) de resolver un conflicto en educación física 

    Vamos a empezar directamente con las dos formas habituales y equivocadas de resolver un conflicto en educación física, y que es probable que tú hayas utilizado.

    Situación y resolución (equivocada) del conflicto nº1

    Imagínate la siguiente situación.

    Estás dando jugger en educación física y Mario y Antonio se pelean por un material. Da igual el motivo de ese conflicto. Los dos quieren el mismo aro. Y se genera un conflicto. 

    Te llaman, te acercas para ver qué pasa, preguntas por la situación y al ratito dice Mario de motu propio: «vale, dáselo a él».

    Entonces, le preguntas a Mario ¿Por qué?

    A lo que responde: «No me gusta pelear y prefiero ceder».

    Te pregunto: ¿conflicto resuelto?

    Fíjate lo que se está produciendo aquí a nivel educativo.

    Si dejas que Mario crea que ceder siempre es ser “bueno”, estás reforzando algo peligroso: sumisión. No cooperación, no bondad. Sumisión. Y un niño que confunde eso puede crecer pensando que sus necesidades no importan.

    ¿Te das cuenta?

    El conflicto desaparece, sí. Pero… ¿a qué precio? 

    ¿Ha sido su resolución realmente educativa?

    No lo parece.

    Situación y resolución (equivocada) del conflicto nº2

    Veamos otra forma de resolver conflictos que tampoco te recomiendo.

    Imagínate la misma situación:

    Estás dando yoga en educación física y Mario y Antonio se pelean porque los dos quieren la misma esterilla. Ves lo que está ocurriendo, te acercas y les dices: «ni para ti ni para ti, para mi».

    Suena justo, ¿no?

    Pues no. No lo es. No lo es porque los dos pierden.

    Y si esa es nuestra forma de resolver los conflictos, lo que les estamos trasladando a los estudiantes es que la justicia es castigar a todos por igual.

    Y por tanto te pregunto:

    ¿Ha sido una buena forma de resolver el conflicto?

    Personalmente, no la veo. No me gusta. No digo que no la hayas hecho o que yo no la haya hecho nunca. Pero no es la mejor manera de resolver los conflictos.

    Si lo has hecho no pasa nada, nadie nace enseñado.

    Lo que te digo es que si sigues haciendo eso estás perdiendo la oportunidad de educar de verdad.

    Por eso es importante buscar otros ángulos para darles herramientas a ellos. Por ejemplo, colaborando para que ambos ganen.

    O negociando, para que se gane en parte y se cedan en parte.

    Que haya conflictos en tus clases no te hace peor docente

    Verás.

    Los conflictos entre las personas humanas son inevitables. Siempre surgen. Y no hay que mirar a lo que está sucediendo en Ucrania, ni en Palestina, ni con el narcotráfico.

    Simplemente mira una comunidad de vecinos.

    O algunas familias.

    O el claustro en el que estás.

    Los conflictos siempre están.

    Donde hay personas, hay conflictos.

    Y en tus clases hay personas, por lo tanto, hay conflictos.

    Es inevitable.

    Por tanto, no te frustres cuando surjan los conflictos en tus clases. Es algo que va a existir siempre. Es normal.

    Que haya conflictos en tus clases de educación física no te hace ser un mal docente.

    Ahora bien, no dejes pasar la oportunidad de aprovechar ese conflicto para educar.

    Porque si la dejas pasar… ¿en qué tipo de docente te conviertes? 

    Grosso modo hay dos formas de resolver conflictos.

    • Que lo resuelvas tú.
    • Que lo resuelvan tus alumnos (aprovechar el conflicto para educar)

    Si lo resuelves tú haciendo que los estudiantes se den un abrazo, la mano, un perdona, quitándole el material a los dos… educativamente, apenas tiene valor.

    Eso lo puede hacer cualquiera.

    Cualquier monitor, cualquier persona que pase por allí, puede hacerlo. 

    Pero tú tienes que ir más allá. Tienes que aportar ese valor educativo que se le presupone a los docentes como tú. Tienes que aprovechar el conflicto para educar. No para maldecir el conflicto, no. Aprovecharlo para educar.

    Para construir.

    Para que ellos sepan cómo afrontar el conflicto cuando se lo encuentren en su día a día.

    Para que sean libres.

    A ver, entiéndeme, tú haz lo que consideres, claro.

    Pero mi consejo si estás leyendo esto es que no pares el conflicto y ya. Que no lo resuelvas tú todo. Que no busques el atajo. Que utilices el conflicto para educar.

    Al principio cuesta un poco, como todo. Pero luego el ambiente de clase mejora y es una gozada ver cómo ellos mismos resuelven sus conflictos.

    Veamos ahora cuál es el mayor enemigo para una resolución satisfactoria de los conflictos que surgen en clase.

    El mayor enemigo  de los conflictos en educación física.

    Mi experiencia me dice que si quieres aprovechar el conflicto como una oportunidad a nivel educativo, no puedes ir con prisa para resolverlo.

    La prisa y la resolución de conflictos es una conjugación que probablemente te lleve a una resolución que no sea la más propicia a nivel educativo.

    Cuidado con eso, que a veces, el día a día te engulle y te mete en su vorágine y no nos damos ni cuenta que vamos con prisa a todos sitios.

    Y como te digo, querer resolver un conflicto y tener prisa es como querer apagar un fuego con gasolina.

    La gran oportunidad de los conflictos a nivel educativo

    Cuando hay un conflicto hay un pico emocional (por si quieres profundizar más sobre la educación física emocional). Los conflictos generan una emoción mucho más elevada que cualquier actividad cotidiana.

    La huella emocional es muy grande, por tanto, todo lo que ocurre alrededor de ese conflicto tendrá un impacto mayor en el estudiante.

    ¿Qué te quiero decir?

    Que es una gran oportunidad para educar. Pero ojo, que también puede ser una gran oportunidad para des-educar (si es que ese palabro existe).

    Alguna decisión tuya puede ser injusta en cualquier momento de la clase y no pasará nada. O casi nada. Ahora bien, si esa decisión es injusta cuando el conflicto está a flor de piel, es probable que el estudiante lo recuerde por muuucho tiempo.

    Vamos a ver un ejemplo concreto de cómo actuar.

    Ejemplo concreto de cómo actuar (y cómo me sorprendieron los alumnos)

    La pregunta que nos podríamos hacer es:

    ¿Cómo actuamos entonces ante un conflicto en clase?

    Te pongo el caso (real) que me abrió los ojos ante la resolución de conflictos.

    Recuerdo el día en el que 2 estudiantes querían ir los primeros en la fila. Y se empujaban por ir uno antes que otro. Yo iba a llegar e iba a poner a los dos los últimos, sin embargo, aquel día me paré (me contuve) y les pregunté:

    ¿Qué podemos hacer para que los dos estéis contentos?

    Al principio recuerdo silencio. Pero luego uno dijo: podemos echarlo a piedra papel o tijeras (y aquello me pareció una gran idea). Pero el otro añadió: «los dos vamos juntos esta vez» (y aquello me pareció mejor aún)

    ¿Resultado?

    Ellos mismos encontraron una solución, y yo solo fui el guía.

    Ese día me di cuenta que mi trabajo no es resolver todo sino enseñar a resolver.

    Y esto que parece obvio (y lo es), se nos suele olvidar (por las prisas, por la inercia, por ir a lo fácil, porloquesea).

    Además es infinitamente más educativo hacer que participen en la resolución de problemas a no hacerlo.

    A veces nos empeñamos en querer hacerlo todo. Las tareas, los circuitos, el material, resolver sus conflictos… Sin embargo, nuestro papel tiene que ser más el de líder que gestiona que el de bombero que apaga fuegos.

    Y este es un ejemplo que ilustra muy bien esto que estamos hablando.

    Nuestra misión es ofrecer a los estudiantes herramientas para que, cuando estén solos en el patio, en el barrio, o de adultos en un trabajo, sepan manejar un conflicto sin perder los nervios, ni la dignidad.

    Darles herramientas para que sean libres.

    Resumiendo

    Vamos cerrando. Los conflictos en clase no van a desaparecer. Siempre estarán ahí, como en la vida. Pero tú tienes el poder de decidir qué hacer con ellos. ¿Apagarlos rápido y seguir? ¿O aprovecharlos para enseñar algo que tus alumnos llevarán consigo siempre?

    No eres un monitor. Eres un docente. Y cada conflicto es una oportunidad para demostrarlo. Empieza pequeño. La próxima vez que dos alumnos discutan, prueba a guiarlos en lugar de resolverlo tú. Pregúntales: “¿Cómo lo solucionamos?”. Lo mismo te sorprenden.

    Por cierto, en la ComunidEF, tienes una formación espectacular sobre resolución de conflictos en educación física por si quieres profundizar en este tema.

    Y recuerda:

    Los conflictos no son tus enemigos, son grandes oportunidades de educar por el componente emocional que llevan de forma implícita. No vayas con prisas. Tómate tu tiempo.

    Y para los problemas menores, te recomiendo establecer un protocolo de resolución de problemas sencillo. La tercera estrategia explicada en la segunda clase del curso de «Cómo fomentar la autonomía» lo tienes.

    Al principio, como todo, lleva su tiempo, pero a medio plazo lo normal es que te alegres por ti y por tus alumnos.

    Pasa un gran día.

  • #435. Descifrando el currículum de Educación Física, lo que nadie te explicó

    #435. Descifrando el currículum de Educación Física, lo que nadie te explicó

    ¿Te confunde el currículum?

    ¿Sientes que es un laberinto imposible de entender?

    Hoy quiero demostrarte que todo es más simple de lo que parece… incluso, te diría que, puede ser tu mejor aliado.

    Verás.

    A raíz del email que te leí la semana pasada de Lidia, he querido hacer este nuevo podcast para aclarar que el currículum es simple.

    Aunque ahora mismo a ti te parezca complejo. Veremos por qué te digo que en realidad es simple.

    A ver.

    Es normal que te líes (o te hayan liado) con tantos elementos curricular. Actualmente la EF en la LOMLOE acoge: objetivos de etapa, competencias clave, descriptores operativos, (perfil de salida) competencias específicas, saberes, criterios de evaluación… y algunos se empeñan en incluir otros que no vienen en el currículum como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) -pero bueno, eso para otro día si te interesa-.

    Ahora bien.

    Digo que la normativa es simple porque aunque tenga todos esos elementos curriculares, es clara como el agua cuando dice:

    El grado de desarrollo y consecución de las diferentes competencias específicas del área será evaluado a través de los criterios que constituyen el referente para llevar a cabo este proceso.

    Vale.

    Si me dicen que las competencias específicas serán evaluadas a través de los criterios… entonces, me quedo solo con los criterios.

    Las competencias específicas las tengo como consulta, pero el elemento curricular que me va a servir de referencia para hacer mis programaciones serán los criterios de evaluación.

    ¿Qué pasa?

    Que los criterios de evaluación están relacionados con las competencias específicas. Esto te lo da el propio currículum. Pero es que además te da que las competencias específicas están relacionadas con los descriptores operativos y las competencias clave, por lo que de algún modo, el propio currículum te está haciendo las conexiones curriculares.

    Por eso digo, que el currículum es simple. Porque partiendo del referente (que son los criterios de evaluación) para llevar a cabo la evaluación, el resto de elementos ya están conectados.

    Ejemplo con el criterio 2.3. (tanto Primaria como Secundaria)

    Por ejemplo, el criterio de evaluación 2.3 (de 3er ciclo de Primaria):

    Adquirir un progresivo control y dominio corporal, empleando los componentes cualitativos y cuantitativos de la motricidad…

    En los cursos de 1º y 2º de Secundaria el criterio 2.3 dice:

    Evidenciar control y dominio corporal al emplear los componentes cualitativos y cuantitativos de la motricidad…

    Vale.

    Este criterio de evaluación está vinculado a la competencia específica 2. Y el propio currículum me dice que esa competencia específica está vinculada entre otros (tanto en Primaria como en Secundaria) a los descriptores operativos: CPSAA4, CPSAA5

    Pues fíjate que tú lo único que has hecho ha sido seleccionar el criterio de evaluación, el resto, te viene dado.

    Es cierto, que en función de cómo tú enfoques ese trabajo podrías añadir vinculación con algún descriptor operativo. Por ejemplo, si el trabajo lo haces desde las TIC, o haces un trabajo bilingüe… entonces podrías añadir alguna que otra vinculación.

    Pero quédate con la simpleza de lo que acabamos de ver: los criterios de evaluación es el elemento curricular clave y al que agarrarte para desarrollar tu programación, o tus situaciones de aprendizaje.

    Por tanto, cuando vayas a planificar que no te preocupe trabajar todos los elementos curriculares que aparecen en el currículum. ¿Por qué? Porque trabajando los criterios ya estás contribuyendo al resto de elementos curriculares. Es así de simple.

    Espero que solo con esto que acabamos de ver ese nubarrón negro de elementos curriculares se disipe.

    El currículum y cómo se va haciendo más pequeño.

    Ahora bien.

    ¿Puedes trabajar con los criterios de evaluación?

    Sí y no.

    Me explico.

    Es el referente al que debemos acogernos para arrancar nuestro trabajo, pero.

    Pero son demasiado amplios. Demasiado ambiguos. Demasiado grandes.

    ¿Y por qué?

    Porque el currículum tiene que acoger todas las realidades educativas de un país. Todas. Desde esas realidades donde en un pueblo apenas viven un puñado de niños a esas realidades donde viven miles y miles. Desde esas realidades de barrios marginados y marginales a esas realidades de barrios exquisitos y adinerados. Desde esas realidades donde la inmigración lo inunda todo a esas realidades de diversidad religiosa.

    Fíjate lo que hace el currículum.

    Comienza con algo tremendamente general: los objetivos de etapa. En este punto no contempla áreas, solo objetivos que el alumnado tiene que alcanzar al finalizar la etapa. Pero… no hay ningún área responsable. Esto es importante.

    Posteriormente se establecen las competencias clave. Y éstas a su vez se concretan en los descriptores operativos. Éste es el núcleo. Es la piedra angular de todo el currículo.

    ¿Quiere eso decir que tú tienes que tener eso en cuenta?

    No.

    ¿Por qué no?

    Porque el perfil de salida es común para todas las áreas.

    Porque el propio currículum sigue haciendo un trabajo de concreción. Y basándose en el perfil de salida es que define las competencias específicas de cada área.

    Fíjate, hasta ahora todo era para todas las áreas. A partir de aquí, no.

    Porque cada área tiene sus propias competencias específicas.

    ¿Entonces las competencias específicas de cada área hay que tenerlas en cuenta?

    No hace falta.

    ¿Por qué?

    Porque el propio currículum sabiendo que eso es muy general, sigue concretando esas competencias específicas en criterios de evaluación.

    Y ahora sí.

    El currículum termina aquí su trabajo de concreción.

    Fíjate.

    Comienza con algo muy general:

    • Los objetivos para toda la etapa y su consecución está vinculada al…
    • Las competencias clave. Las competencias clave a su vez se concretan en…
    • Descriptores operativos, que junto a las competencias clave conforman…
    • El perfil de salida. El perfil de salida es la fuente en la que van a beber el resto de áreas para conformar las…
    • Competencias específicas de cada área. Competencias específicas que se concretan en…
    • Criterios de evaluación.

    Criterios de evaluación que hay que trabajar.

    Pero.

    Pero.

    Pero aquí viene lo que (casi) nadie te cuenta…

    Lo que (casi) nadie te cuenta: este es tu verdadero trabajo

    Pero ahora empieza tu parte.

    En los criterios de evaluación es donde para el currículum. Es donde para la normativa de concretar. Fíjate que comenzó con los objetivos de etapa y ha ido haciendo concreciones una detrás de otra, primero para todas las áreas y luego concreciones específicas dentro de cada área.

    Pero como te digo en ese punto es en el que para el currículum.

    Eso no quiere decir que tú tengas que coger el criterio de evaluación crudo y duro y trabajar con él. ¿Por qué? Porque no se puede trabajar con algo tan amplio. Querer conseguir un criterio en 6-7 sesiones es directamente imposible. Imposible del todo. Es más, cualquier criterio te daría trabajo para toda una vida.

    ¿Exagerado?

    Sigamos con el ejemplo del criterio 2.3. que dice:

    Adquirir un progresivo control y dominio corporal, empleando los componentes cualitativos y cuantitativos de la motricidad de manera eficiente y creativa y haciendo frente a las demandas de resolución de problemas en situaciones motrices transferibles a su espacio vivencial. (PRIMARIA)

    Evidenciar control y dominio corporal al emplear los componentes cualitativos y cuantitativos de la motricidad de manera eficiente y creativa, haciendo frente a las demandas de resolución de problemas en situaciones motrices transferibles a su espacio vivencial con progresiva autonomía. (SECUNDARIA)

    La pregunta.

    ¿Cuándo se termina de trabajar eso?

    ¿Cuándo se termina de adquirir un progresivo control y dominio corporal? ¿Crees que con 12 años ya se termina? ¿O quizás se pueden estar desarrollando incluso con 70 años? ¿Ha terminado Michael Jordan de adquirir un progresivo control y dominio corporal o aún lo puede hacer mejor? ¿Ilia Topuria ya no puede mejorar su control y dominio corporal?

    ¿Ves a dónde quiere llegar?

    Los criterios de evaluación son muy generales porque tienen que acoger todas las realidades educativas de todos los alumnos, el currículum no puede concretar más. Pero tú sí.

    El currículum ha terminado de concretar, sí. Pero cuando éste termina de concretar es cuando empieza tu labor como profesional en función del grupo clase que tengas en frente.

    Tú eres el que tienes que continuar concretando, porque si te quedas en la concreción que establece el currículum, te será muy difícil saber qué están aprendiendo tus alumnos.

    Y no solo eso. Es que tus alumnos tampoco sabrán qué tienen que aprender con exactitud. Y si ellos no lo saben, los estás dejando fuera del proceso, los estás dejando huérfanos de dirección, de foco… por lo que eso te va a llevar, casi con toda seguridad, a contar con su apatía. Con su falta de implicación. Con su falta de ganas. Pero no es por nada, a veces, es porque no saben qué tienen que aprender y se perciben como marionetas en manos del docente.

    Fíjate que no tiene nada que ver decir al alumnado:

    Oye tienes que «Adquirir un progresivo control y dominio corporal, empleando los componentes cualitativos y cuantitativos de la motricidad de manera eficiente y creativa y haciendo frente a las demandas de resolución de problemas en situaciones motrices transferibles a su espacio vivencial»…

    a decirle: «tienes que despegar y caer con los dos pies juntos»

    Lo segundo es concreto, y contribuye al progresivo control y dominio corporal, pero es algo concreto.

    Por tanto, tu labor como docente es traducir los criterios de evaluación para convertirlos en algo tangible, algo pequeño, algo que puedas trabajar en unos días y que tu alumnado entienda. De esa forma su implicación en el aprendizaje será mucho mayor, podrá autorregularse. Podrá decidir sobre su aprendizaje.

    Sin embargo, si todo es genérico no podrá implicarse aunque quiera, puesto que no comprenderá qué tiene que aprender. Podrá comprender qué tiene que hacer, que juego, que actividad… pero no tendrá en mente el fin, el aprendizaje y esto lo cambia todo.

    Y otra cosa.

    Al trabajar el objetivo «Saltar despegando y cayendo con los dos pies juntos…» estás contribuyendo al criterio de evaluación 2.3., a la competencia específica 2, a los descriptores operativos…. todo esto te lo da el currículum. Tú lo único que tienes que hacer es coger el criterio, concretarlo y diseñar tu situación de aprendizaje para conseguirlo. Porque al conseguirlo estás contribuyendo al criterio 2.3, que a su vez a la competencia específica 2, que a su vez…. Y así.

    No le tengas miedo al currículum

    Y te diré algo.

    No se le puede tener tanto miedo al currículum. De verdad que no. Todo es bastante simple. Al final te tienes que quedar con el elemento más concreto del currículum, los criterios de evaluación y si me apuras con las competencias específicas.

    Es decir, la administración tiene que hacer una labor de concreción. Y entonces empieza por unos objetivos de etapa, unas competencias clave, de ahí sigue concretándolo en unos descriptores operativos, en los que se basan las competencias específicas de cada área y que éstas a su vez se concretan en criterios de evaluación.

    Ese trabajo ya lo ha hecho la administración.

    Tú trabajo es coger esos criterios y traducirlos para saber qué vas a trabajar exactamente en el contexto que estás para ayudar a tus estudiantes. Ese es tu trabajo.

    Luego todo el mundo sabe que los criterios de evaluación están asociados a unas competencias específicas, y que éstas a unos descriptores operativos y que estos, a su vez, a unas competencias clave… y así.

    Pero eso en la mayoría de casos es un trabajo que ya viene hecho.

    Tú tienes que coger el criterio y decir… ¿cómo puedo ayudar a mis alumnos? ¿Qué cosita en 4-5 días podría trabajar de este criterio para ayudar a mis alumnos a pasar de un punto A a un punto B?

    Y ya está.

    Y pones todo tu foco en esa ayuda.

    En diseñar buenos planteamientos didácticos. En construir y ser el arquitecto de diferentes experiencias de aprendizaje para ti y tus alumnos en base a esos objetivos que has concretado para ellos.

    Resumiendo

    El currículum tiene diferentes elementos curriculares que se van concretando unos a otros. De tal modo que esté todo alineado con los objetivos de etapa que son los que marcan la dirección.

    Los objetivos de etapa se concretan en el perfil de salida: competencias clave y descriptores operativos.

    El perfil de salida es donde se basan las diferentes áreas para establecer sus competencias específicas y éstas se concretan en criterios de evaluación. (aquí acaba la labor de la administración de concretar)

    Entonces, el docente, tiene que coger estos criterios y concretarlos para el grupo de estudiantes al que está dando clases.

    De este modo, tu labor educativa se potencia porque facilitas la implicación del alumnado en sus aprendizajes al tiempo que los (y te) ayudas a focalizarlos.

    Y recuerda:

    No le tengas miedo al currículum. El currículum es un mapa. Un facilitador. Un «amigo» que incluso te lo da todos los elementos curriculares conectados. Tu labor es coger esos criterios de evaluación y concretarlos para tu grupo de alumnos y, en base a eso, diseñas planteamientos que te ayuden a conseguirlo. Ya está. Tú eres el que diseñas el camino sobre ese mapa que es el currículum.

    Pasa un gran día.

  • #437. ¿De quién es la culpa? Responsabilidad civil en E.F.

    #437. ¿De quién es la culpa? Responsabilidad civil en E.F.

    Allá va la pregunta a bocajarro:

    ¿Y si le pasa algo a un alumno en tu clase… ¿Qué te puede pasar?

    Hablemos de responsabilidad civil en educación física

    Y este es un tema que te interesa fijo.

    Me la juego.

    No voy a decirte que quizás este episodio te interese.

    No voy a decirte que probablemente te venga bien.

    No.

    Voy a decirte que este episodio te interesa fijo.

    Porque de algún modo, todos estamos expuesto a estas cuestiones, aunque se aborden poco en educación física.

    Así que prepárate, porque es un tema raro. Atípico.

    La responsabilidad civil en educación física

    Cuando das clases ocurre que tienes unos estudiantes delante.

    Y por eso, tienes también una responsabilidad.

    No una responsabilidad como persona de hacer bien tu trabajo e intentar implicar a tus alumnos y blablabla.

    No.

    Hoy estoy hablando de que tienes una responsabilidad civil.

    ¿No sabes lo que es?

    No pasa nada, nadie nace enseñado. Te lo cuento rápidamente.

    Si en tus clases ocurre que:

    • Un alumno se da un golpe y se hace daño.
    • Un alumno le pone una zancadilla a otro, se cae y se rompe un diente.
    • Un alumno con gafas recibe un pelotazo, se le caen y se hacen trizas.
    • Sales al parque de al lado, un alumno se cae y se corta con un cristal.

    ¿De quién es la responsabilidad?

    Si llega la familia del niño del dientes (que se ha tenido que gastar 350€, por ejemplo, en arreglarle la boca), y quiere pedir explicaciones y ver si puede rascar algo…

    ¿De quién es la responsabilidad?

    ¿Del niño, tuya, del centro, de la luna?

    ¿Quién tiene que responder por esos daños y prejuicios?

    A ese tipo de responsabilidad me estoy refiriendo.

    A la responsabilidad civil.

    A esa que si llega alguien pidiendo explicaciones no puedes aferrarte al currículum, ni a la libertad de cátedra, ni a ese tipo de cosas.

    ¿Me sigues?

    La responsabilidad civil te afecta sí o sí (incluso aunque tus clases vayan como la seda)

    Verás.

    Esto de la responsabilidad civil nos afecta a todos, como individuos y como gremio. A todos. Nadie se escapa de sus garras. Aunque tus clases vayan como la seda y jamás haya pasado un solo incidente en tus clases.

    Porque es algo invisible. Como que no se ve, pero se siente.

    Me explico.

    Hay muchas personas (y con razón) que han dejado de hacer un montón de cosas con sus alumnos precisamente por temor a estas consecuencias.

    Por temor a la responsabilidad civil.

    O más bien por no tener claridad con respecto a la responsabilidad civil.

    Y claro, ese temor, esa incertidumbre, incluso te puede joder el «amor» por tu profesión.

    Y, ojo, tener miedo a eso no es de cobardes. Es de lúcidos.

    Por eso hay docentes que han dejado de hacer actividades, que ya no sacan a sus alumnos fuera, que se lo piensan tres veces antes de probar algo nuevo.

    ¿La razón?

    El miedo al “por si acaso”.

    Por si acaso pasa algo.

    Por si acaso me denuncian.

    Por si acaso me meto en un lío.

    Y así, poco a poco, nos convertimos en caricaturas del profe que empezamos siendo.

    No por falta de ideas. Sino por exceso de miedo.

    Quizás a ti todo esto te suene a marciano, porque nunca se te ha pasado por la cabeza, pero a mucha gente sí.

    La ponencia que te cambia la mirada

    ¿Y voy a hablarte yo hoy de responsabilidad civil?

    Sí y no.

    Sí, porque estoy sacando a relucir el tema.

    No, porque no soy ningún experto en este tema y jamás me atrevería a aconsejarte nada porque, como te digo, no soy ningún experto.

    Ahora bien.

    En el Congreso de (muy) Buenas PrácticAS en EF 2023, tuvimos a un invitado raro.

    Raro porque no es profe.

    Ni nunca ha pisado patio.

    Pero sabe más que nadie de lo que pasa en ellas cuando se lía parda.

    Él es Jaime Ferrer, abogado especialista en responsabilidad civil dentro de centros escolares.

    Y su ponencia de aquel congreso es una joya.

    La ponencia se titula:

    “Cómo perder el miedo al monstruo de la responsabilidad civil en EF.”

    Y es justo eso. Una linterna.

    Una linterna en medio de toda esa oscuridad de dudas, suposiciones y mitos que llevamos años cargando.

    • ¿Qué cosas puedes hacer sin miedo?
    • ¿Qué cosas deberías tener más en cuenta?
    • ¿Qué hacer si pasa algo grave?
    • ¿Qué pasa si no haces nada?
    • ¿Qué pasa si un niño le rompe las gafas a otro?
    • ¿Qué pasa si alguien se lesiona mientras está haciendo acrosport?

    Y lo mejor:

    Todo explicado con un lenguaje que entiende cualquiera.

    Sin jerga. Sin tecnicismos. Sin palabrería.

    Jaime lo explica con un lenguaje como si estuvieras tomando un café con un amigo. Se quita la toga y te lo explica todo con claridad.

    Si tienes poco tiempo, insisto, no te pierdas esta ponencia.

    Te va a dar paz, tranquilidad, y te va a quitar tanta incertidumbre (y tanto ruido) que hay con estos temas.

    El libro de actas de este congreso (la grabación de todas las ponencias) en estos momentos vuelve a estar disponibles por un tiempo.

    Por si te interesa hacerte con él.

    Caso real, ¿qué harías tú?

    Te voy a contar un caso para ver qué harías tú.

    Alguien, no recuerdo por donde ni quien, me hizo llegar lo siguiente (lee con atención a ver qué harías tú):

    Me han nombrado en un cole a año completo. Tengo cero experiencia dando clases y me dieron una tutoría, la de quinto. Estoy perdidísimo y entrando en pánico.

    Además, tengo un alumno epiléptico que sufre convulsiones y al que me han dicho que si eso ocurre, tengo que suministrarle diazepan por vía rectal. Pero es que además, también tengo a otro con alergias del que me dicen que tengo que ponerle una inyección de insulina en el muslo si se diera el caso.

    Dada mi inexperiencia, ¿podría negarme a hacerlo ante la directora? Es que no me siento preparado

    ¿Tú qué harías?

    Te repito:

    DIAZEPAM. Vía rectal. En un menor.

    Insulina. Jeringuilla. En un muslo.

    Y tú, nuevo. Sin experiencia. Con miedo.

    Sinceramente, como te he comentado antes yo no soy ningún experto en estos temas, así que cogí el mensaje y le mandé un audio por whatsapp a Jaime.

    ¿Y sabes qué hizo él?

    Contestarme con otro audio.

    Y como esos días estábamos de congreso, el audio fue como un bonus dentro de la ponencia.

    Así que, ese audio, también lo tienes al hacerte con el congreso. Justo debajo de su ponencia podrás escuchar si te puedes negar o no a hacer cierto tipo de cosas a pesar de no tener experiencia.

    Poca cosa querer negarte y que luego te caiga encima la de Dios.

    O al revés.

    Que no te niegues y que te caiga por haber actuado.

    En fin.

    Temas que no son cualquier cosa resueltos para ti en esa ponencia.

    Esta ponencia sola vale lo que cuesta todo el congreso.

    Y no lo digo por venderte nada.

    Lo digo porque la tranquilidad que te da saber lo que puedes hacer, lo que no, lo que debes evitar…

    Eso no tiene precio.

    Además, te la puedes ver hoy mismo.

    Y mañana vas a clase distinto.

    Sin tanto runrún.

    Sin tanto “¿y si…?”.

    Porque te diré algo que seguro ya sabes:

    El conocimiento también es seguridad jurídica. Y emocional.

    Y eso, en un docente, es oro.

    Es más, es probable que veas la ponencia y pienses…

    “¿Por qué nadie me explicó esto antes?”

    Bueno.

    En el congreso de 2023 tienes 29 ponencias más.

    Pero solo con esta ya vas servido.

    Créeme.

    En estos momentos puedes volver a entrar al congreso de 2023.

    Solo durante unos días.

    Si te interesa te dejo aquí el enlace:

    Y recuerda:

    La ignorancia no te protege. Lo que te protege es saber qué hacer cuando pasa lo que nunca esperas.

    Pasa un gran día.

    Kisco.

    Escusha bien:

    “No se trata de ser el mejor profe de EF de la noche al día, se trata de ser cada día un poquito mejor, un poquito mejor, un poquito mejor…”

    …por eso, con el propósito de ayudarte a conseguirlo, mando un correo cada día a tu bandeja de entrada. Cada día.